Dentro de unos días se cumplirán tres años desde que abrimos este blog. Tres años publicando artículos (500 con este) sobre asuntos que pensamos podían interesar a los compañeros de los centros territoriales de la casa o, como nos gusta decir a nosotros, los de la periferia. Desde que pusimos el contador de visitas, hemos contabilizado 121.700. De momento, seguimos.
Y hoy nos ha llamado la atención un artículo de El Mundo en el que habla de los EREs, pero fijando el centro de atención en los que se quedan en las empresas tras el Expediente. Os recomendamos su lectura:
Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va... Y algo no marcha bien cuando los que se van son muchos compañeros de trabajo.Pero, ¿qué pasa con los que se quedan tras un ERE o una restructuración de plantilla? En general, los supervivientes suelen estar asustados, quizá demasiado preocupados y poco motivados. Se sienten culpables frente a quienes se han ido y desconfían de su propia compañía. El alivio por conservar el empleo no compensa la inseguridad que causa la duda acerca de cuándo llegará la siguiente oleada de despidos... Y quién será el próximo....
¿Qué pasa con los que se quedan? / EL MUNDO
Y hoy nos ha llamado la atención un artículo de El Mundo en el que habla de los EREs, pero fijando el centro de atención en los que se quedan en las empresas tras el Expediente. Os recomendamos su lectura:
Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va... Y algo no marcha bien cuando los que se van son muchos compañeros de trabajo.Pero, ¿qué pasa con los que se quedan tras un ERE o una restructuración de plantilla? En general, los supervivientes suelen estar asustados, quizá demasiado preocupados y poco motivados. Se sienten culpables frente a quienes se han ido y desconfían de su propia compañía. El alivio por conservar el empleo no compensa la inseguridad que causa la duda acerca de cuándo llegará la siguiente oleada de despidos... Y quién será el próximo....
¿Qué pasa con los que se quedan? / EL MUNDO